Este miércoles 1 de noviembre participé del “Diálogo Legislativo: qué se puede aprender de la experiencia sueca en licencias? Un encuentro en el que legisladores y legisladoras junto a organizaciones de la sociedad civil, representantes del Ministerio de Trabajo, organismos internacionales y funcionarios suecos reflexionamos sobre la necesidad de modificar las licencias parentales para equiparar derechos.
Suecia fue el primer país del mundo, en 1974, que reemplazó la licencia de maternidad por la licencia de paternidad, que otorgaba a ambas personas en la pareja la oportunidad de dedicar su tiempo para cuidar en el hogar a sus hijos e hijas.
Desde ese momento al día de hoy la licencia fue modificada varias veces, siempre buscando mayor participación equitativa entre varones y mujeres para garantizar el derecho de cuidar y de ser cuidado.
Sebastián Waisgrais, de Unicef, sostuvo que en cuanto a licencias parentales Argentina se encuentra “a la cola” de muchos países de la región y afirmó que la modificación de las mismas contribuirá a reducir brechas significativas en el mercado laboral.
Waisgrais recalcó que la modificación del sistema de licencias debe incorporar principios asociados a corresponsabilidad, universalización y servicios de cuidado; puntos en los que coincidieron desde CIPPEC.
En el documento “Más días para cuidar: Una propuesta para modificar el régimen de licencias desde la equidad” sostienen que la modificación de licencias debe ser:
- Universal
Todas las familias que tengan niños, sin importar su estatus laboral, deben estar cubiertas por este beneficio. Para los trabajadores formales e informales, las licencias les permite mantener su nivel de ingresos durante el tiempo de cuidado de sus hijos.
- Promover la co-parentalidad
La corresponsabilidad entre los distintos adultos a cargo.
- Equitativa y contemplar licencias familiares
Es preciso ir hacia un régimen que contemple los casos de adopción y que reconozca la existencia de familias no tradicionales.
Además, cada familia debería poder decidir cómo repartir los días entre sus adultos responsables.
Por su parte, el Subsecretario de Programación Técnica y Estudios Laborales, Dr. José Francisco de Anchorena, explicó que desde el Ministerio se trabaja para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral porque en nuestro país sigue siendo baja, existe una diferencia laboral y el “techo de cristal”.
De Anchorena coincidió en la necesidad de modificar las licencias, de hecho-aunque de manera muy limitada- está propuesto en el proyecto de reforma laboral presentado recientemente por el Poder Ejecutivo, aunque advirtió que hay que evitar las consecuencias no deseadas como podría ser una mayor discriminación laboral hacia las mujeres.
La Ley de Régimen de Contrato de Trabajo 20.744 fue sancionada en 1974 con modificaciones posteriores, pero tras cambios que se gestaron en la sociedad en las últimas décadas vinculados a la organización económica y social; adecuaciones del Código Civil y Comercial de la Nación y la sanción de leyes como la de matrimonio igualitario y la de identidad de género, ha quedado obsoleta en muchos aspectos.
En ese sentido, coincidimos en que de manera urgente debe ser modificada, tanto para acompañar las sugerencias de Organismos Internacionales en cuanto a la cantidad de días por licencias de maternidad y paternidad y los avances de la sociedad, sino también para reflejar la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral y los pasos dados en relación a la igualdad de género y oportunidades.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) exige como mínimo 98 días de licencias de maternidad, ocho más del promedio que tienen las madres argentinas, aunque recomienda a los Estados Miembros extender esa licencia “a 18 semanas por lo menos”. En cuanto a la paternidad la OIT no tiene normas, pero una resolución de la organización “insta a los gobiernos a formular políticas adecuadas que permitan equilibrar mejor las responsabilidades laborales y familiares, incluir la licencia de paternidad y/o parental, y prever incentivos para que los hombres las aprovechen”.
Comparto el proyecto que presenté para modificar las licencias: http://www.diputados.gov.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=5217-D-2017
El Caso Sueco
Andrea Perez Fransus, Primer Secretario de la Embajada de Asuntos políticos, comerciales, económicos, administrativos, prensa y cultura aseguró que su sistema de licencias “permite también a los hombres liberarse de los estereotipos machistas” y afirmó que “el costo de las licencias es mayor si las mujeres abandonan el mercado laboral”.
Por su parte, Niklas Löfgren, de la Agencia Sueca de Seguro Social, precisó que los objetivos de las políticas en cuanto a las licencias familiares implementadas en su país son compatibilizar la vida laboral con la familiar, la redistribución del dinero y el apoyo en situaciones vulnerables.
Löfgren explicó las etapas y modificaciones que a lo largo de cuatro décadas implementaron para que hoy en día los varones tengan una licencia de 90 días para cuidar a sus hijos y un dato muy interesante es que el progenitor que no quiera dar uso a este tiempo, no recibirá su sueldo durante tres meses de vacaciones.
Cuando implementaron las licencias familiares, por la década del ‘70, la idea era que las parejas recibirían seis meses de licencia por hijo, cada uno con el derecho a tomarse la mitad de los días.
Pero, lo que sucedió es que como los hombres tenían la posibilidad de traspasar esos días a las mujeres y muchos optaron por eso.
En la década de los ´90 casi la totalidad de los días de licencia eran utilizados por las mujeres, por lo que optaron por incorporar la “cuota para papás”, que daba 30 días exclusivamente para el padre con la condición de que si el padre no se tomaba el mes del trabajo, la pareja en conjunto perdería un mes de licencia pagada.
En 2002, la medida se extendió a 60 días y eso marcó un cambio positivo porque los hombres comenzaron a tomarse los días. El año pasado se amplió a 90 días y ese es el régimen que tienen hoy.