Hoy 25 de marzo, en el día de los derechos del niño por nacer marchamos por los que no tienen voz, pero sí tienen derechos. Fue multitudinaria y contundente. Lo hicimos desde las más diversas fuerzas políticas y en todas las ciudades del país.
La defensa de la vida se debatirá próximamente en el Congreso Nacional en el marco de la discusión del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Esperamos que se dé en un ámbito respetuoso, tolerante y de escucha más allá de las diferencias. Mi posición es clara y contraria al proyecto.
Debemos legislar para garantizar y ampliar derechos y no para restringirlos. Este proyecto no los garantiza. Pretende dar solución a problemáticas sociales, a la pobreza, a la deficiente calidad de la salud y de la educación -desde ya innegables- con la legalización de la práctica del aborto. La solución para evitar la muerte de mujeres no es más muerte.
Hoy celebramos la vida.